CULTIVO DE VARIEDADES AUTOFLORECIENTES O AUTOMATICAS
El cultivo de variedades autoflorecientes, comprende ciertas diferencias con el cultivo de variedades feminizadas. Básicamente, porque las variedades automáticas, requieren una mayor cantidad de horas luz durante todo su cultivo, no solo en vegetativo, sino también en la floración, pues su genética, no las hace fotodependiente, es decir, su entrada en la fase de floración se hace de manera automática y no estimulada por el cambio en la exposición a las horas de luz.
Una vez germinadas nuestras semillas, nos abocamos al trasplante al contenedor definitivo. Cabe señalar que en las variedades automáticas, se recomienda no más de un trasplante, es decir, una vez germinadas nuestras semillas, las pasamos al contenedor definitivo, donde se llevara a cabo todo su cultivo.
ELECCION DEL SUSTRATO
Existen muchas marcas y diversos tipos de sustratos, que están formulados para un correcto desarrollo de plantas y raíces. Son muchas las marcas y opciones que nos ofrece el mercado, pero lo más importante a tener en cuenta, es la composición de estos sustratos.
Existen las mezclas ligeras (light mix) cuya formulación contempla una pequeña cantidad de abono, para cubrir los requerimientos de las plantitas, duran las dos primeras semanas. También el mercado nos ofrece sustratos, cuyas formulaciones contienen cantidades de abono más completas, que cubren las necesidades de nuestras plantas, prácticamente durante toda la fase de crecimiento.
Cualquiera de estas opciones, nos servirán para llevar a cabo nuestro cultivo sin mayores complicaciones.
ELECCION DE LOS MACETEROS
Los maceteros o contenedores a utilizar, deben, al menos, ser de 7 litros de capacidad, ya que la mayoría de las genéticas autoflorecientes, no desarrollan un pan radicular tan grande como las genéticas feminizadas, razón por la cual, no es necesaria la utilización de contenedores tan grandes.
Una vez llenado estos maceteros con el sustrato elegido, hacemos el trasplante definitivo de nuestras semillas germinadas.
Las ponemos a un régimen de luz o fotoperiodo superior a las 16 horas de luz. En nuestro caso, le programamos un ciclo de 20 horas de luz por 4 de oscuridad, durante todo el cultivo, es decir, nunca cambiamos esta programación.
FERTILIZACION EN AUTOFLORECIENTES
La nutrición vegetal es uno de los factores claves, para desarrollar un cultivo óptimo. En todo sentido, ya que consecuencia de una correcta fertilización, las plantas podrán seguir desarrollando sus procesos enzimáticos de manera correcta.
Como ya sabemos, durante la fase vegetativa o fase de crecimiento, nuestro fertilizante base, debe estar formulado mayoritariamente por Nitrógeno. En el caso de las genéticas automáticas, la fase de crecimiento dura aproximadamente 3 semanas, razón por la cual, será suficiente con una o dos aplicaciones de fertilizante, una vez por semana.
Las dosificaciones de los productos varían según cada fabricante, por lo tanto, las formulaciones no son universales.
Al cabo de la tercera semana, las plantitas, entraran en floración, razón por la cual, debemos cambiar la formulación de nuestra fertilización. Nuestra nutrición base, será en base a Fosforo (P), principalmente. Formulamos de acuerdo a la dosificación que sugieren los fabricantes, y aplicamos nuestra solución con fertilizante, una vez por semana, será suficiente para una correcta nutrición.
Suspendemos la aplicación de todo producto las últimas 2 semanas, para aplicar solo riego con agua.
Existen productos en el mercado, que nos dan la posibilidad de lavar raíces, son los llamados “flush” y otros que nos ayudan a exacerbar la intensidad de aromas y sabores, como “top Candy” de Top crop o “bud Candy” de advanced Nutrients, que intensifican estas propiedades.
Al cabo de unas 8 o 9 semanas, nuestras automáticas estarán listas para cosechar.