Para comprender, el correcto funcionamiento de la planta de cannabis sativa, es necesario comprender sus estructuras y la importancia de estas. La hoja de la marihuana, presenta una serie de características, dentro de la cual, la mas importante, es sin dudas, la estructura principal en la realización de la fotosíntesis, es decir, su importancia es fundamental para el desarrollo de la planta. Ademas, en términos de imagen, la hoja se ha transformado en el símbolo universal de la marihuana. Aunque los cultivadores suelen buscar sus cogollos e ignorar lo que las hojas de marihuana pueden ofrecer, éstas fueron, son y serán el símbolo visual más reconocible y representativo de la marihuana.
Generalmente, cualquier hoja de marihuana posee las partes que se describen a continuación.
Vaina: envoltura tierna y alargada en la que están encerradas en hilera las semillas de ciertas plantas (en el caso de la marihuana no sucede esto) y que está formada por dos piezas o valvas.
Peciolo: consiste en el apéndice de la hoja de una planta por el cual se une al tallo.
Raquis: raspa o eje de una espiga o pluma de la que salen los limbos y foliolos.
Limbo: parte ancha de las hojas de las plantas.
Foliolo o nervio: cada una de las piezas separadas en que a veces se encuentra dividido el limbo de una hoja.
Sistema Vascular: está formado por todas las venas que discurren en el limbo foliar. Se diferencian dos niveles de organización: venación mayor y menor.
Envés: cara inferior de la hoja, opuesta al haz.
Haz: la cara superior o cara adaxial del limbo de la hoja de una planta. Se diferencia del envés en que por lo general no posee estomas, tiene una cutícula algo más gruesa y posee menor abundancia de tricomas. Su color suele ser más oscuro que el del envés.
En primer lugar, señalar que del tallo principal o raquis primario de la planta sale la vaina, que es la primera parte de la estructura de la hoja. De la vaina nace el peciolo que es el apéndice que unirá la hoja con la vaina y, por tanto, con el tallo de la planta. Ya en el extremo contrario del peciolo se encuentra el raquis, eje desde el que nacen los foliolos.
Como se ha indicado con anterioridad, el foliolo es lo que divide el limbo de la hoja, es decir, el eje del limbo. En caso de que la hoja sea simple, el limbo foliar está formado por un solo folíolo. En dicho caso, folíolo es prácticamente un sinónimo de hoja. Señalar también que los foliolos forman diferentes capas y que terminan en la raíz. Por último, el sistema vascular son las “venas” que se distribuyen por el limbo foliar. Todas estas partes forman la morfología foliar de las plantas de marihuana.
Por último, mencionar que las hojas de las plantas de marihuana son decusadas, es decir, siguen un patrón de disposición en el que un par de hojas opuestas crece en sentido perpendicular al par anterior, formando cruces cuando se observa desde arriba hacia abajo. Pero esto no siempre es así, de hecho, una curiosidad es que conforme las plantas crecen y evolucionan acercándose a la floración, el patrón morfológico de las hojas puede cambiar.
Un claro ejemplo de esto son las plantas revegetadas que cambian el patrón y sus hojas muestran una filotaxia alterna, es decir, cambian su disposición respecto al tallo de la planta; disponiéndose de una en una y formando un solo plano.
Por último, la morfología de la hoja, nos permite apreciar las cargas genéticas presentes, es decir, de acuerdo a su forma, podemos diferenciar variedades sativas, índicas e incluso, Rudelaris
Conociendo la importancia de estas estructuras vegetales, podremos comprender ciertos fenómenos que suceden, y que forman parte de la experiencia de cultivar. Fenómenos que debemos identificar, comprender y actuar en consecuencia, para buscar obtener, los mejores resultados.
